domingo, 23 de mayo de 2010

Un bicentenario como punto de partida para una fe bíblica



Estamos transitando el año del bicentenario, más precisamente el mes de la conmemoración de la Revolución de Mayo, grito de libertad del pueblo argentino.
Si bien muchos a nivel histórico y social pueden cuestionar los alcances de esta revolución, desde nuestro punto de vista queremos rescatar la gesta que realizaron estos “hombres de mayo”, que con sus virtudes y errores quisieron construir una patria para todos, si bien por diferentes avatares de la historia no siempre, o pocas veces se alcanzo el anhelo de estos revolucionarios.
Pues con sus luces y sombras, se vive sobre los cimientos de estos héroes, que pensaron un país, una sociedad, estemos de acuerdo o no.
Hoy como iglesia nos toca construir un presente y un futuro basados en esos ideales y estructuras que quedaron como basamento de una sociedad, en muchas ocasiones perturbadas por diferentes acciones de “no muy patriotas argentinos” , es así que necesitamos construir como comunidad cristiana valores firmes y actuales a la luz de la Biblia, forjando una pastoral y teología propia según el contexto en que vivimos, no por ello resignando los valores de la Palabra de Dios, que es inmutable a través del tiempo.
Fundar una teología Biblia arraigada en nuestra entraña cultural y social, no es fácil, hay que tener cuidado en no caer en una seudo teología imbuida de filosofía política que en vez de surgir una teología propia con fundamento sólido en las Escrituras, termina siendo una justificación política o de pensamientos ajenos a la Palabra de Dios.
No debemos repetir errores históricos que con la excusa de formar un pensamiento teológico moderno y adaptado a la cultura, se termino destruyendo y negando la verdad Bíblica, es así que no existe teología sin la Biblia y su verdad, cuando queremos hacer teología solo se podrá respetando los principios bíblicos, y no negándolos o por comodidad adaptándolos a nuestras filosofías. Si no que cuando se quiere formar un pensamiento teológico propio según la cultura tiene que ser si o si con la Palabra de Dios que es siempre actual, que nos permite resolver los problemas de hoy con la fe bíblica de siempre, no debemos cambiar o adaptar la Palabra, si no resolver los problemas bajo su guía.
Es así que este año del bicentenario de la revolución del 25 Mayo de 1.810 nos exige una nueva y sana cosmovisión bíblica o mejor dicho recuperar esa fe que fue tan dañada con la excusa de nuevas adaptaciones, que no hizo más que lacerar la inefable Palabra de Dios.
Recuperemos los ideales que forjaron nuestra nación e incorporemos a nuestra sociedad fragmentada la Palabra de Dios, una guía de vida para una sociedad sana y pujante. Es así que estamos preparando el año pastoral presbiteriano 2.010-2.011,para lograr asumir el desafío que nos pide Dios en este momento histórico.

Rev. José Luis Podestá

El impulso del Espíritu Santo



Con la festividad de Pentecostés, llega a su fin el tiempo pascual. Después de haber celebrado a lo largo de este período la victoria de Jesús sobre la muerte, por su sacrificio en la cruz y su resurrección; su exaltación a la diestra del Padre, hoy la contemplación y la adoración de la Iglesia, subraya la presencia del Espíritu de Dios y la entrega por el Resucitado de su Espíritu a los Apóstoles, para hacerles participar de su misma vida y constituir con ellos su Pueblo.
Es así que la revelación de Dios dada durante todo el Antiguo Testamento, venía nutriendo esa esperanza del hombre, con la promesa de que un día Dios enviaría su Espíritu sobre todos los individuos. Luego dada plenamente en el nuevo Pacto.
Es así que hoy gracias a la encarnación del Verbo, su pasión, muerte , resurrección y el cumplimiento de la promesa de enviar al paráclito, podemos expresar que en la celebración de la Pascua se ha cumplido todo lo que hablaron los profetas en el Vetero Testamento y la gracia otorgada por Cristo al regalarnos El Espíritu Santo.
Siendo que al dar a conocer la revelación del misterio de Dios a los humildes de corazón, ha manifestado su poder a través de la historia de la iglesia, conducida por la verdad que es enseñada en las Santas Escrituras y conformando y formando a su pueblo, unirlos a una nueva humanidad de sus elegidos, para que vayan y den frutos, instaurar visiblemente con ellos el nuevo Pueblo de Dios y destinarlos como fermento del mundo sin ser del mundo, restaurar todo en Cristo y ser lumbrera de la verdad en los diferentes rincones del mundo, para dar la gloria a Dios.
Por eso son tan asombrosos los frutos del Espíritu Santo. Él reúne a la Iglesia, concediendo nueva vida a aquellos que por la fe son incorporados a Jesucristo. Él transforma el interior de los creyentes proporcionándonos la posibilidad de expresar que Jesús es el Señor y de implorar a Dios como Abbá, Padre, dándonos la adopción como hijos amados, en una relación del tú a tú con el Creador, como de Padre a hijo, Él penetra la capacidad de nuestras mentes concediéndonos la gracia de conocer a través de la revelación los misterios de Dios ,claro que no conocemos todo, solo lo revelado y que nos quiso dar para nuestra guía, y con ese conocimiento suficiente nos hace deleitarnos del regalo de su gracia. El paráclito cambió la vida de los discípulos de Jesús que les dió las fuerzas necesarias para salir a predicar la buena noticia. Como a nosotros hoy forjándonos para transformar el mundo con la luz del Evangelio y dándonos fuerza para vivir en el amor mutuo, el gozo, la paz, la generosidad, la entereza y la fidelidad.
El Espíritu Santo, invocado por nuestras comunidades cuando celebramos una sana y verdadera adoración al Creador, está presente sobre los predilectos para afianzar su fidelidad, proclamar al Señor resucitado y convertirnos así en ofrenda agradable a Dios. Congregarnos en la unidad y en la paz, para ser ejemplo de comunión y buenos proclamadores de su Palabra.
Por eso la Iglesia, pueblo de Dios a través de los siglos, nos presenta ésta celebración en la que termina el tiempo pascual y tenemos que mantener presente una oración que debe prolongarse día a día, "Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, Envía Señor tu Espíritu que renueve la faz de la tierra". Amén.
Rev. José Luis Podestá

miércoles, 19 de mayo de 2010

El logos Joaneo como buen pastor


Juan presenta a Jesús como el buen Pastor, no solo por su propia inventiva literaria, si no por propia manifestación de Jesús que se auto indica como el buen Pastor, la puerta del redil, el pastor verdadero.
Esta manifestación pastoral de Jesucristo, lo vemos en el capitulo diez, en donde se presenta como el buen Pastor.
En este relato, es bueno destacar que Jesús no solo se presenta como el buen Pastor, sí no también como la puerta del rebaño, dando a entender que no hay otro paso por donde llegar al Padre, y que a su vez, es Él quien tiene el poder sobre las ovejas, y es el único que las pastorea, o sea la cabeza visible del rebaño universal perteneciente a Dios.
Era muy común que los pastores durmieran adelante de la puerta del redil para vigilar que no entraran ladrones, así se manifiesta Jesucristo como ese pastor que cuida a las ovejas, estos animales solamente seguían a la voz del pastor legítimo, que era normalmente quien entraba por la puerta principal, no dando oportunidad a los ladrones que no los seguían.
Las ovejas conocen esa voz, por eso Jesús expresa que tiene ovejas que no son de ese redil dando alusión a las ovejas que están esparcidas por todos los rincones del mundo, confirmando que habrá un solo rebano y un solo pastor, este es el Hijo de Dios.
En el versículo diecisiete Jesús expresa que Él entrega su vida para volverlas a recibir, y que por eso es amado por el Padre, este sacrificio de Cristo, que va a suceder más adelante en el relato son para volver a recuperar a esas ovejas que el Padre le encargó.
Significa esto que aquellos que fueron escogidos antes de todos los tiempos son atraídos por el nombre y sacrificio de Jesús en la cruz, por la sola fe en el crucificado.
También otra expresión de Jesús es ser la puerta de las ovejas, esta condición es que solo el permite el paso de sus ovejas y no de las extrañas, eso es muy importante tener en cuenta la teología de la salvación que se presenta en esta parte, no hay otro mediador que no sea Jesucristo, no hay ningún vicario de Cristo que reemplace al Buen Pastor, y Él es el único que conoce a la ovejas que le fueron dadas antes de todos los tiempos, esto es un descarte de la teoría universalista de la salvación que dice que todos se salvaran, esto tira por tierra cualquier especulación que todos vamos a entrar, solo los que Él reconoce que son de su rebano podrán traspasar esa puerta, que es Jesucristo.
Todo líder falso se centra en si mismo, este versículo como tantos otros en la Biblia, echa por tierra la pretensión de “vicarias” de Cristo, siendo considerados miembros de esa multitud de ladrones que da a entender Jesús en este capítulo.
Para Juan el Logos, no es una palabra diáfana, sin no la encarnación verdadera del Verbo de Dios, dando a entender por esta parábola que solo por Él y con Él se llega al Padre.
Rev. José Luis Podestá