jueves, 29 de enero de 2009

La ordenación de mujeres al ministerio de la Palabra.


Reconozco que es un tema complicado, que muchas de las iglesias que nos denominamos protestantes tienen en sus filas mujeres que hacen la función de pastores, si bien lamentablemente resulta sorprendente tal conducta de parte de esas instituciones eclesiásticas, pues muchas de ellas alegan ser virtualmente seguidores textuales de la Palabra de Dios, parece que se les escapa cuando Pablo dice en (1 Tm. 2: 12) "No permito que la mujer enseñe...". En donde la Biblia es más que clara respecto a la ordenación de mujeres al ministerio de la predicación.
Si del pastorado se trata, en cuanto a lo tocante con el apostolado de los doce, la disputa no puede ser mucha, porque todos eran hombres y fueron llamados porque Jesús quiso:
"Jesús subió al monte y llamó a los que él quiso, y se reunieron con él. Así instituyó a los Doce (a los que llamó también apóstoles),..." (Marcos 3:13-14)
Es infructuoso sostener que al escoger hombres, Jesús solamente estaba sujeto a prejuicios socio-culturales del pueblo judíos del siglo I, porque si hay algo claro es exactamente que esos "prejuicios" no le afectaban lo más mínimo a Nuestro Señor Jesucristo, quien recordemos, comía con pecadores, desatendía el descanso sabático, por su propia mano lanzó a los mercaderes del templo, conversaba con mujeres aún en ausencia del marido, como lo vemos con la samaritana, dialogaba con samaritanos, gritaba en la cara hipócritas a los fariseos y sigue una larga lista de cosas que realizaba Jesús, que rompían los moldes de la época y los parámetros establecidos, es más, en la genealogía de Jesús propuesta por Mateo se incluyen cuatro mujeres ,Tamar, Rahab, Rut y Betsabé, algo absolutamente insólito para la época y de todo Rabí Judío. La pregunta que sigue es obvia, ¿por qué el grupo de los apóstoles fue conformado exclusivamente por hombres? Pues eso es un misterio que solo Dios lo conoce en sus insondables planes para sus hijos amados, por eso podemos leer en el profeta Isaías:
"Pues sus proyectos no son los míos, y mis caminos no son los mismos de ustedes, dice Yavé." (Is .55: 8)
En el Evangelio de San Juan, posterior a los demás, se recogen tradiciones en las cuales es más claro que la actitud de Jesús hacia las mujeres no era la de la época, aunque sus apóstoles fueran todos hombres; así, en ese evangelio es Marta quien hace la declaración la verdadera identidad de Jesús (Juan 11: 26-27), aunque igual confirma la autoridad de Pedro (Juan 21: 15-17). Eso no hace a los apóstoles, ni siquiera a Pedro, superiores a los demás, tal como les recordó expresamente Jesús:
"Jesús los llamó y les dijo: “Ustedes saben que los gobernantes de las naciones actúan como dictadores y los que ocupan cargos abusan de su autoridad. Pero no será así entre ustedes. Al contrario, el que de ustedes quiera ser grande, que se haga el servidor de ustedes, y si alguno de ustedes quiere ser el primero entre ustedes, que se haga el esclavo de todos. Hagan como el Hijo del Hombre, que no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida como rescate por muchos.” (Mt 20: 25-28)
Ante el Señor todos somos súbditos que a duras penas realizamos lo que nos obligan, tampoco en el pueblo de Dios hay trabajos más trascendentales que otros, como demuestra la parábola de los trabajadores de la viña (Mt 20: 1-16). Es bueno ver como Jesús el Cristo lavó los pies de los doce, con el escándalo que provocó tal conducta entre esos discípulos, quienes únicamente entendieron las cosas luego de la Resurrección.
Por lo tanto el que la mujer, según la Palabra de Dios revelado, no pueda ejercer el pastorado ordenado, eso no la hace marginal en la iglesia y menos importante, quien así piense no entendió nada de lo que Jesús vino a enseñar. Como Él mismo le anuncio a Maria Magdalena que fuera a avisar a sus discípulos de su resurrección y en donde los esperaría. Pero eso no significa que esta mujer fuera ordenada para llevar el mensaje de Jesús resucitado.
Pues así en la iglesias las mujeres pueden llevar el mensaje de Cristo y de la verdad de las Escrituras de diferentes maneras sin ser ministras ordenadas, el formar a los niños en las escuelas dominicales, en grupos femeninos de catequesis, en carceles de mujeres en donde se necesita una palabra de aliento y el testimonio del Evangelio, en colaborar en las misiones, en los puestos administrativos en las comunidades eclesiales, secretarias, etc.
Hoy vemos que el campo es basto en donde la mujer se puede desempeñar en la iglesia, y no necesariamente tiene que ser “Pastora” para sentirse útil o llamada a llevar el mensaje de Jesucristo.
Esto sería lo mismo que hoy el hombre se empeñara en querer ser “madre” en querer el portar al feto en su vientre y parir después la criatura, pues eso si algún hombre lo pensara diríamos que estaría fuera de los cabales o que querría desafiar la naturaleza tal como fue creado por Dios.
Lo mismo sería en querer imponer a la mujer como pastora, eso sería contra la voluntad de Dios que se revelo en la Biblia, que escogió a hombres para que cumplieran las funciones de ministros de su reino, predicadores de su palabra, no a las mujeres.
No olvidemos que para los que tildan de machista al cristianismo bíblico, fue nada más y nada menos que este cristianismo “tildado de recalcitrante” quien promovió la inclusión de la mujer en la sociedad cuando era marginada, la que le permitió estudiar y formarse y lograr derechos, pues es bueno tener memoria antes de dar opiniones sueltas, solo que el cristianismo bíblico busca ser fiel a las Santas Escrituras, lamentablemente muchas iglesias que se denominan herederas de la reforma, y que dicen ser heraldos del Evangelio, ordenan mujeres violando los principios mismo de las Escrituras.
Que Dios acompañe a nuestras mujeres en las comunidades a cumplir con el rol que Dios les otorgó y que a nosotros nos haga files observadores de la Palabra revelada, y respetuosos de las mujeres que con tantos esfuerzo colaboran en nuestras iglesias y no dejemos de apoyarlas y orar por ellas permanentemente.
Rev. José Luis Podestá

El Pastor y el sacerdocio de Cristo.


Por lo cual puede también salvar eternamente a los que por él se allegan a Dios, viviendo
siempre para rogar por ellos.
Porque tal Sumo Sacerdote nos convenía tener: Santo, inocente, limpio, apartado de los
pecadores, y hecho más sublime que los cielos.
Que no tiene necesidad cada día, como los otros sacerdotes, de ofrecer sacrificios primero
por sus pecados, y luego por los del pueblo, porque esto lo hizo una vez ofreciéndose a sí
mismo.
Porque la ley constituye sacerdotes a hombres débiles; mas la palabra del juramento después de la ley, al Hijo, hecho perfecto eternamente. (Heb. 7:25-28).


El pastor tiene la obligación de predicar y educar de diferentes maneras a la grey, que es el rebaño del único pastor eterno Jesús, el Cristo, sumo sacerdote y máximo pontífice hacia el Padre.
Lamentablemente muchas confesiones cristianas, olvidan, lo que dice Heb. 7:25-28, donde se especifica quien es el único sumo sacerdote, quien es el único intercesor verdadero ante el Padre por nosotros. Tristemente apreciamos constantemente como cada vez más iglesias y “cristianos” se apartan del conocimiento real de la verdad Bíblica, destronando a Jesús, el sumo sacerdote, intercesor por nuestros pecados, por ídolos de madera, piedra, o simplemente hombres o mujeres, que por más vida santa que llevaran no dejan de ser criaturas falibles , llena de contradicciones, temores, si bien pueden servirnos como ejemplo en algunas circunstancias, no dejan de ser iguales a nosotros, pecadores, y que solo por la gracia y misericordia de Dios quien nos dio a su Hijo único, el Verbo, para nuestra redención, entregándose en la cruz, somos salvados verdaderamente y tenemos un permanente intercesor ante el Padre.
Por eso quiero tomar la reflexión de un gran teólogo católico, Tomás de Aquino, que irónicamente defiende un concepto que muchas veces no lo hace la iglesia católica en este caso:
“Más Este lo fue con juramento, por Aquel que le dijo: juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote por toda la eternidad, por lo que es mucho más perfecto el testamento de que Jesús salió fiador.
Además, aquellos sacerdotes fueron muchos, porque la muerte les impedía que durasen siempre; más Este, como siempre permanece, posee eternamente el sacerdocio.
De aquí es que puede perpetuamente salvar a los que por medio suyo se presentan a Dios, como que está siempre vivo para interceder por nosotros.
A la verdad, tal como Este nos convenía que fuese nuestro pontífice: santo, inocente, inmaculado, segregado de los pecadores, y sublimado sobre los cielos; el cual no tiene necesidad, como los demás sacerdotes, de ofrecer cada día sacrificios, primeramente por sus pecados y después por los del pueblo, porque esto lo hizo una vez sola, ofreciéndose a Sí mismo.
Pues la Ley constituyó sacerdotes a hombres falibles, pero la palabra de Dios, confirmada con el juramento que ha hecho posteriormente a la Ley, estableció por pontífice a su Hijo, que es santo y perfecto eternamente. (Aquino - A LOS HEBREOS 27) ”.

Es claro el mensaje bíblico y los pastores reformados deben velar por la sana doctrina y por la verdad que ella expresa, que Cristo es el único intercesor ante Dios por los hombres, no existe otro, si negamos esto haremos mentiroso a Dios, más inútil será depositar en manos imperfectas como son las criaturas, que intercedan ante Jesús para que Éste a su vez lo haga ante el Padre eterno, pues el mismo lo dijo no hay otro intercesor ante Dios por los hombres que Él mismo, por lo tanto tengamos presente esta verdad para no hacer cometer errores graves a los fieles y tampoco nosotros como ministros de su Evangelio, pequemos de tal forma que seamos vergüenza para la comunidad y un desaire para el mismo Dios Creador, Uno y Trino.
Dios nos conserve siempre fieles para predicar sin mancha ni distorsiones su Evangelio, y a Cristo nuestro único mediador entre Dios y los hombres.

Rev. José Luis Podestá

martes, 20 de enero de 2009

El pastor reformado y el ecumenismo


Vivimos en una sociedad cambiante, que día a día nos depara sorprendentes sucesos; no es ajena la iglesia a esos cambios, entre los más preponderantes es el boom del ecumenismo, en todas las iglesias existen movimientos de unidad o de compartir proyectos en conjuntos con otras, por eso el pastor reformado debe tener en claro que es el ecumenismo y para que sirve.
El primer paso que debe determinar el pastor con su comunidad es para que sirve la unidad con otras iglesias, es bueno que el ministro se clarifique y explaye a la congregación que tipo de relación ecuménica pretende la iglesia toda, porque lamentablemente hoy vivimos tiempos de confusión doctrinal y un mal concepto de lo que es la unidad cristiana puede ser nefasto para las iglesias.
Nunca jamás, se debe realizar uniones ecuménicas con iglesias que no respetan la sana doctrina, ni les interesa aprender de la verdad de la Biblia, si así lo hacemos, estaremos cometiendo un severo sacrilegio a la Palabra de Dios y la verdad que ella entraña.
Que solo en casos en donde la necesidad de una sociedad o nación por algún tema determinado se deba realizar un dialogo Inter-Eclesial, por cuestión de extrema urgencia podemos permitirnos la licencia de dialogar con confesiones diferentes, pero esto, no debe ser lo común si no lo excepcional.
El verdadero ecumenismo se debe dar entre iglesias que respetan la veracidad de la Biblia toda, en la cual basa su fe y vida, de donde extrae el conocimiento teológico para el desarrollo de la fe que suministra a cada uno de los fieles.
En segundo lugar no debemos temer en rechazar cualquier tipo de ecumenismo bajo pretextos de unidad, cuando en la raíz se rechace la verdad que contiene las Sagradas Escrituras, y menos aceptar que solo una iglesia con más poder sea la que encabece los actos y al final comunique lo que es el pensamiento doctrinal de la misma, casi anulando las opiniones de las iglesias minoritarias.
Como tercera premisa, debemos solo actuar en comunión con iglesias doctrinalmente iguales, en donde el verdadero sustento y compañerismos se realicen de verdad y no a costa de pisotear los derechos de opinión de las demás iglesias hermanas.
Hoy en día vivimos actos ecuménicos donde solo la iglesia dominante en nuestras naciones de Latinoamérica, impone sus doctrinas y pensamientos, y usa el ecumenismo como un sistema de sometimiento a la libertad de la religiosidad de las demás comunidades Cristianas, más como forma de imponer que de proponer, por eso esa relación ecuménica es nefasta y anti - bíblica, y es más sabiendo que si nos sometemos a esa iglesia estaremos destrozando toda la verdad de la Biblia, dejando que la doctrina de hombres que tanto se combatió a lo largo de la historia de la iglesia y por la cual muchos dieron sus vidas para señalar el error y no nos domine y nos despedace como el dragón del Apocalipsis . Nunca debemos permitir uniones con iglesias que son apostatas o con errores graves en lo doctrinal bíblico, si así lo hacemos estaremos siendo parte del fuego que procura quemar la verdadera iglesia.
Hay organismos internacionales que luchan por conservar la pureza de las
Escrituras en una sana relación ecuménica entre iglesias hermanas, pero otros solo buscan formar esclavos serviles de intereses poderosos eclesiásticos, que bajo el paraguas de la hermandad solo buscan devorar a los demás cristianos.
Es necesario que el pastor comprenda bien lo que es el ecumenismo y trasmita a su comunidad los verdaderos principios escrituristicos de la amistad y la hermandad, en el ecumenismo bíblico.
Dios nos cuide y nos proteja para no caer en el error del concepto de ecumenismo que se propaga hoy por nuestras naciones, para no ser peones serviles de un tablero de ajedrez hecho a medida de un puñado de intereses eclesiales de una sola y gran iglesia.

Rev. José Luis Podestá