miércoles, 1 de julio de 2009

Pastores a la sombra de Calvino.


En la cercanía de los 500 años de Juan Calvino, es bueno que consideremos nuevamente las cualidades que debe tener un pastor, que se digne a conducir la grey, lamentablemente es común encontrar ministros que no están debidamente formados en las materias teológicas, pastorales, y en la caridad pastoral, sobre todo en estar a la escucha del pueblo de Dios que se le encomendó, el cual es su servidor y no su dueño.
Vemos lamentablemente como la confusión doctrinal invade las iglesias y sobre todo la mente de los pastores, estos imbuidos en extraños malvares escritúrales predican temas que dista de ser la verdad Bíblica. O lo que es peor distorsionándola con terminologías más de un mercadeo de un producto que de la Palabra de Dios revelada.
No es poco el observar como la osadía de algunos pastores que piensan que pueden torcer la voluntad de Dios, manifestadas en muchas de sus predicaciones. Así como la observación de cultos tan desmadrados que no se sabe cual es el comienzo o el final del mismo que no tiene nada que ver con una seria o alegre adoración a Dios.
Creo que debemos en estos 500 años del nacimiento del gran reformador vislumbrar una seria reforma en el ministerio, preocuparnos por formarnos cada vez más en las disciplinas teológicas, en el conocimiento exacto de las Escrituras, y no solo leerla o aprender versículos de memorias, para conocer en profundidad y estudiar la Biblia demanda disciplina, formación académica, y habilidad intelectual, con eso no quiero decir que la Biblia es un objeto herméticamente cerrado, todo lo contrario la lectura clara y sencilla que nos ofrece Dios para conocerle es innegable; pero sí que para una mejor enseñaza los responsables que tienen ésta tan sublime tarea, deben conocer en profundamente, si no vemos como hay muchas seudo iglesias que usurpan la palabra Cristiana y son mercados de ilusiones y sustentos de vivos oportunistas que despellejan las ovejas y enriqueciéndose de los bienes despojados, solo vasta ver algunos programas televisivos.
Por lo tanto es necesario que el ministro se forme concienzudamente y eficazmente , como así también a los diáconos, ancianos y el pueblo en general, porque un pastor ignorante forma comunidades retrogradas, sumida en la superstición y el sometimiento espiritual.
También el pastor debe tener en claro cual es su función en la iglesia que es la de servir y enseñar al pueblo, y no de utilizarlo para fines personales que nada tiene que ver con la formación en la palabra de Dios. El ministro no es dueño de la grey si no siervo.
Hoy a la luz de los 500 años de Calvino debemos exigir de nuestros pastores la alta formación académica, y a su vez mandarles que formen a las comunidades en la sana doctrina.
Que Dios provea de pastores santos y diligentes en los estudios y la predicación, y no en oscuridades de la mercadotecnia religiosa que solo es para beneficio propio.

Rev. José Luis Podestá

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