sábado, 24 de diciembre de 2011
jueves, 23 de diciembre de 2010
RECUPERAR EL SENTIDO DE LA NAVIDAD
Ha llegado de nuevo el día en que conmemoramos este maravilloso acontecimiento de la natividad del Señor: "Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón" (Lc 2: 6-7). Podemos preguntarnos: ¿Es éste un acontecimiento habitual o más bien extraño? Cuántos niños nacen en toda la tierra, en el curso de un día, mientras en unas partes del mundo es de día con su sol iluminando a todos los seres vivientes y en otra reina la oscuridad de la noche; indudablemente, el nacer de un hijo es algo único para un padre y más para una madre, sobre todo si se trata del primer niño, del primogénito. Pero más allá de la alegría no deja de ser un acontecimiento normal que sucede a diario. Es por ello que el nacimiento de Jesús parece ingresar también en esta dimensión estadística de nacimiento común, alegre pero nada más transcendente que lo vivirá la familia como un hito personal.
Pero lo trascendente de este nacimiento hace que nos reunamos cada año, a recordar y festejar el nacimiento ya en este acontecimiento hay algo insólito, consiste quizá en que no se efectúa dentro de los estándares del común de los humanos, bajo el techo de una casa o un lugar apropiado, sino nada mas y nada menos que en un establo, que comúnmente da cobijo sólo a los animales, la primera cuna del Niño nacido recientemente fue un pesebre, un lugar impropio para una criatura de pocos minutos de nacido, expectantes se encontraban una mujer pobre, y un hombre también de humilde condición, pero felices y atentos por todo el misterio ya anunciado por el ángel a María y cuando también le hablo en el sueño a José y viendo al Rey de Reyes acostado en un pesebre, así de una forma indigna para alguien que tendría una corona real o incluso el ser el mismo Dios hacho carne, pero allí estaba, mostrando la máxima humildad y desprendimiento, como los mismos pobres de este mundo que no tienen nada más que dar que su afecto y lo poco que tiene lo comparte, mas luego seguramente su cabeza sería coronada y declarado Rey, pero no un rey terrenal si no celestial y su corona sería de espinas, y colgaría de una cruz, para luego vencer el pecado y reinar sobre todo y todos. Es lógico que ninguno de los habitantes, ni ninguno de los extranjeros presentes entonces en Belén, podía pensar que en aquellos momentos y que en aquel establo, se estaban cumpliendo las palabras del Profeta tantas veces leídas y continuamente meditadas por los hijos de Israel. “Isaías, justamente, había escrito palabras que formaban el contenido de una gran expectación y de una expectativa inquebrantable: "Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos. Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Madián. Porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla, y todo manto revolcado en sangre, serán quemados, pasto del fuego. Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto." (Is. 9: 3-7). No obstante, hay algún detalle en las palabras de Isaías que parecer cumplirse ya esta noche al pie de la letra; Isaías había escrito: "El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos." (Is. 9: 2). Belén y toda Palestina. en aquel momento es tierra de sombras, la noche esta avanzada y el mundo duerme sin saber el acontecimiento maravilloso ,fuera de la ciudad "Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño." Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor (Lc.2:9-11) Estas palabras debieron producir una alegría inmensa en los corazones de aquellos hombres sencillos, y también un gran estupor por recordar que el pueblo de Israel era heredero de una gran promesa. Hoy como a esos pastores nos interpela el mensaje y nos anuncia la alegría de ese Verbo encarnado, que lamentablemente muchos olvidamos el significado especial y maravilloso que tiene ese nacimiento en un pesebre lejano en Belén de Judea. La segunda persona de la Trinidad se hizo hombre para los hombres, pobre para los pobres, sacrificio vivo para nosotros que estábamos muertos en el pecado y en la negrura de la noche, en el sueño de la inoperancia y de la desobediencia a Dios. El vino en la fragilidad de un niño, en la pobreza y humildad, que hoy lamentablemente a muchos cristianos parece molestarles a ese Jesús pobre, humilde, frágil, y luego sufriente, y necesitan predicar un Evangelio lejos de la verdad histórica y de la revelación bíblica, necesitan un Evangelio de la prosperidad, de la abundancia, imaginan a un Cristo nacido en cuna de oro y tomando el trono cubierto de perlas, nada más lejos de la verdad que esa predicación o doctrina engañosa que se extiende en las iglesias.
Pero muchos se conforman en oírla, en seguirla ,porque tienen miedo de hallarse con ese niño inocente, envuelto en pañales rústicos, en un pesebre rodeados de animales y lleno seguramente del aroma que desprenden los bueyes o los asnos. No quieren ver a ese Jesús pobre que camino Palestina y que hablo con hombres rudos y los hizo sus discípulos, pescadores sucios, sudorosos y curtidos por el trabajo diario, teniendo escasez como todos lo trabajadores y pobres de este mundo. Pero por negar a ese Jesús, también niegan a la maravilla de la obra que realizó para nuestra redención, revelándose a los pobres, trabajadores esforzados y mendigos, como lo hizo al nacer a los pastores, que en la “casta sacerdotal” no eran bien vistos, por ser hombres errantes, contaminados de impurezas, pero Dios quiso revelarse a los despreciados de Israel, incluso luego a magos de oriente que provenían de lejanas tierras, Dios quiso manifestarse a los despreciados de la sociedad “acomodaticia de la época”, por eso es importante regresar a la profundidad del Evangelio, sumergirnos en cada versículo y descubrir el valioso misterio de la navidad, ese nacimiento de forma milagrosa y todo el desarrollo que aconteció luego, para tener el fin redentor que nos permite ser salvos por la inmensurable gracia de Dios. Recuperemos el verdadero sentido de esta conmemoración y no abundemos en detalles ajenos a lo que recordamos, cuidemos de nuestra oración, de dar las gracias a Dios por su misericordia y la obra que hizo en y por Cristo, para nosotros ser un día participe del banquete celestial. Que Dios hecho hombre y que habito entre nosotros nos bendiga y nos de las fuerzas para ser fieles a su Palabra y obrar como el desea en su infinita voluntad y que demos el testimonio de verdaderos Cristianos.
Rev. José Luis Podestá
Saludo Navideño
Canal de la Iglesia Protestante Libre y del Seminario Teológico San Lucas: www.youtube.com/user/iglesiapl
lunes, 15 de noviembre de 2010
El reencuentro entre Dios y el hombre
Vivimos en una sociedad del siglo XXI en donde lo religioso o el creer se transforma casi en objeto de burla, a pesar que cada día más la gente cree o tiene creencias tan dispares que es difícil poder englobar certeramente cuanta gente tiene fe en tal o cual cosa.
Otros tienen fe en la ciencia, pensando que la antropología, psicología, etnología, etc., darán definitivamente la explicación a todo lo que sucede y harán desaparecer todas las religiones. Pues estos mismos se niegan a reconocer que el ser humano cada día se encuentra en una búsqueda de la trascendencia mayor que lo que la ciencia puede brindarles, claro y no hay que negar que gracias a el desarrollo científico la humanidad tiene un mejor vivir en algunos aspectos, pero también el agobio de las sociedades tecnificadas están obligando al hombre a refugiarse en los caminos seguros de la fe, y cuando me refiero a fe, no solo lo hago desde el punto de vista del Cristianismo, Judaísmo o Islam e incluso el Budismo, que son las corrientes de creencias mas extendida en el mundo, si no también en una gran cantidad de movimiento de “fe”, o de “creencias” que se van expandiendo cada día más, e incluso una búsqueda individual de una fe a “su medida” en donde nadie abarque el espacio que el mismo ocupa y así pueda él desarrollar su creencia.
Así que los que a viva voz proclaman que la “religión” se muere, me trae al recuerdo un “graffiti” que vi en Madrid, que decía en la entrada de un puente la siguiente leyenda “Dios a muerto,firmado Nische”, y al final de la salida del mismo decía “Nische a muerto , firmado Dios”, pues tendría que decirles que se equivocan los que proclaman la defunción de “lo religioso”, tal vez lo que ellos conocen como religión esté transformándose o no creciendo más por ineptitud de nosotros los ministros que tenemos obligaciones de llevar a las persona el mensaje, que por virtud de un “laicismo” mal entendido y con poca coherencia en sus profundidades ya que el mismo que esgrime los argumentos del laicismo termina teniendo una “fe” y una “creencia” en ese modo de ser, también termina en el fondo re-ligado a esa proclama, como una religión, sin ser en el fondo consciente de que así lo hace.
También estos movimientos nos tiene que interpelar en lo profundo de nuestro ser de cómo estamos llevando la evangelización nosotros que tenemos el deposito de la fe de Cristo, que nos reveló al Padre y la acción del Espíritu Santo en el correr del tiempo.
Debemos recomponer los métodos de evangelización y proyectar concienzudamente la forma de presentar la verdad de Cristo al mundo del siglo XXI, hoy lamentablemente estamos exhibiendo el Evangelio de una forma que no es atractiva ni interesante a nadie y por tanto vemos como cada día mas gente se va de nuestras iglesias a otras que les presentan “un evangelio renovado” que en el fondo no es ningún evangelio y solo es una forma de sacar el dinero y jugar con los sentimientos verdaderos de las personas.
Muchas veces nosotros alejamos al hombre de Dios, mostrando casi a un Dios dictador y poco comprensivo, los hemos humanizado demasiado casi a la par de los dioses griegos en que vivían en constantes conflictos entre si y tan miserables como la misma humanidad, entonces provocamos nosotros un alejamiento de la relación entre el Dios bíblico y el hombre, a causa de las cargas, al mejor estilo fariseo, que le colocamos a nuestros miembros.
Es por ello que la búsqueda de lo transcendente se está dando en la inserción y crecimiento de otros grupos religiosos o creencias autónomas y no dentro de una estructura eclesial.
Creo que debemos retomar los valores que llevo a la reforma a afianzarse en la historia e intervenir socialmente más fuerte y sin tanto estructuralismo a la hora de llevar el mensaje de Cristo. Es vergonzoso ver cuando hay que realizar un acto concreto o tomar una decisión para determinado acontecimiento, la lentitud, la cantidad de comisiones y manos por el que pasa el proyecto que cuando se aprueba lamentablemente ya quedo obsoleto por el tiempo transcurrido y volver a realizar las adaptaciones y nuevamente el mismo proceso, eso es una señal clara que a muchas iglesias y diría el 95% de ellas no les importa evangelizar, armar una misión seria, colaborar con las iglesias hermanas en producir y construir un proyecto evangelizador e inclusivo de los miembros de las iglesias asociadas. Es así que la gente cansada se retira a otros lugares en donde encuentra ese equilibrio emocional, esa paz, y el llenado de ese vacío que las iglesias tradicionales no puede cubrir por una falta de agilidad y mentalidad de misión adaptada a esta nueva era que el hombre transita en una búsqueda desesperada de lo trascendente.
Es hora que las iglesias comiencen a tomar enserio su rol de ser dispensadores de los misterios de Cristo y evangelizadoras según el mandato del mismo Señor, y organizando sus estructuras para que las decisiones se tomen rápidamente y estén atento a la velocidad del los tiempos en que vivimos.
Es así que la conmemoración pasada del día de la reforma nos tiene que alentar a reformar lo malo que tenemos y así volver a unir a Dios y el hombre a través del mensaje salvífico de Cristo.
Rev. José Luis Podestá
jueves, 28 de octubre de 2010
Comunicado
La Iglesia Protestante Libre, quiere manifestar su más profundo pesar por el deceso del ex presidente Néstor Kirchner, rogando a Dios dispense el consuelo a su esposa la señora presidenta de la Republica Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y a todos sus familiares.
Estarán presentes en nuestras oraciones todo el pueblo Argentino, como sus autoridades, en especial en este momento particular de la historia de la nación.
lunes, 2 de agosto de 2010
jueves, 15 de julio de 2010
Dos grandes bendiciones.
En el estudio de la Biblia podemos decir que tenemos dos grandes bendiciones, con la bendición de nuevo pacto, como así lo podemos denominar, es cuando Dios pone sus leyes en la mente de los creyentes, en ese sentido se describe la ley de Dios que nos llama en nuestros corazones y a nuestra mente a realizar las obras que la palabra de Dios nos indica, es así que el intelecto del regenerado que ha controlado y orientado por la palabra de Dios. Una evidencia del “nuevo nacimiento” es la prioridad que se da a las Santas Escrituras en la vida personal, la Biblia se convierte en la delicia de quien ha nacido de nuevo, este sujeto dedica tiempo a la meditación de la palabra de Dios.
En buena parte de la vida de todo cristiano se hace necesario una buena comprensión de la santa palabra de Dios, provocando en esta persona un creciente interés intelectual, es decir, orientará hacia las normas bíblicas todo nuestro accionar estará supeditada a la lectura de la meditación de la palabra de Dios, que nos ira hablando a cada paso de nuestro diario vivir.
Estudiar la palabra de Dios no es un mero intelectualismo, dedicada solamente la investigación pero sin fe, que sólo se convertiría en un profesional avezado conocedor del texto, no viviendo lo que es el espíritu de la palabra de Dios.
La segunda bendición, si la podemos denominar así, es la que dispone Dios en sus mandamientos, quien la escribe sobre nuestro corazón, es donde expresa el sentido real de su ley y nos permite controlar el centro de los afectos y nuestras voluntades, es así que la palabra de Dios está puesta, ejerciendo señorío sobre la vida del regenerado.
Este implica que como cristianos debemos tener una vida conducida por Dios y sujetos totalmente a su palabra, verdad revelada, y con ella conducirnos en la vida diaria, en la educación familiar, el desarrollo eclesial, en la sociedad para combatir los males que afectan a generaciones que están como ovejas sin pastor.
Aclarando la nota anterior cuando me refiero a no gastar esfuerzos ni recursos por temas están en el ámbito civil, si bien tenemos derecho como habitantes de este suelo de expresar nuestras opiniones sobre determinados temas, "el matrimonio de personas del mismo sexo", pero como eso se encuentra dentro de un poder civil que legisla para toda una sociedad independientemente de las confesiones religiosas escapa en gran parte de nuestro poder de acción, eso no quiere decir que podamos manifestarnos según nuestra conciencia ante las autoridades para exponer nuestras opiniones, que son tan válidas como de los grupos que la apoyan, no por eso vamos hacer intolerantes añorando épocas de la inquisición en donde el pensar diferente podría traer la muerte. Pero como iglesia tenemos una palabra revelada, según nuestra fe, a la cual tenemos derecho de exponerla a toda la sociedad, debemos cumplir el mandato de Jesús de predicar el Evangelio a toda criatura.
Es así que primordialmente como cristianos debemos construir y constituir un hogar sano basado en la palabra de Dios respetando los valores que se nos enseña a través de toda la Escritura para lograr fortalecer lo que denominamos "iglesia doméstica" que son la base de toda las iglesias que se constituyen en asamblea pública.
La palabra de Dios para los que creemos es normas de vida, y no debemos ni añadir ni quitar parte de ella, no podemos caer en el error de querer adaptar la palabra de Dios a los tiempos de los hombres, claro está que podemos, adaptar, modernizar, trabajar en nuevas pastorales que permitan ser un iglesia integradora, tolerante, que mire al futuro, atendiendo el presente, pero con base sólida en el pasado, no como mera añoranza de lo que se perdió, de un pasado glorioso en donde nuestras iglesias estaban llenas, sino de mantener una doctrina, que es columna vertebral de toda iglesia sin la cual se pierde sentido doctrinal que hace la identidad de nuestra historia como comunidad de fe.
Es así que incentivo a todos los cristianos a retornar a la palabra de Dios, a su estudio, meditación, una sana comprensión, que nos permita adoptar una pastoral seria a los tiempos que corren pero a su vez estar sujetos a la palabra indeleble de nuestro creador. Invito a todos que volvamos a tener una opción de estudio y meditación de la Biblia y también la apliquemos al nuevo contexto social y desarrollar una pastoral acorde al siglo XXI, que son desafíos diferente a que los reformadores de antaño les tocó vivir. Hoy tenemos la mano en el arado para trabajar esta tierra con la semilla de la fe, con una dosis de tolerancia y otra de firmeza, no por eso ser personas que excluyamos a otros sino todo lo contrario integremos y evangelicemos a nuestros semejantes.
Rev. José Luis Podestá
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