jueves, 29 de enero de 2009

El Pastor y el sacerdocio de Cristo.


Por lo cual puede también salvar eternamente a los que por él se allegan a Dios, viviendo
siempre para rogar por ellos.
Porque tal Sumo Sacerdote nos convenía tener: Santo, inocente, limpio, apartado de los
pecadores, y hecho más sublime que los cielos.
Que no tiene necesidad cada día, como los otros sacerdotes, de ofrecer sacrificios primero
por sus pecados, y luego por los del pueblo, porque esto lo hizo una vez ofreciéndose a sí
mismo.
Porque la ley constituye sacerdotes a hombres débiles; mas la palabra del juramento después de la ley, al Hijo, hecho perfecto eternamente. (Heb. 7:25-28).


El pastor tiene la obligación de predicar y educar de diferentes maneras a la grey, que es el rebaño del único pastor eterno Jesús, el Cristo, sumo sacerdote y máximo pontífice hacia el Padre.
Lamentablemente muchas confesiones cristianas, olvidan, lo que dice Heb. 7:25-28, donde se especifica quien es el único sumo sacerdote, quien es el único intercesor verdadero ante el Padre por nosotros. Tristemente apreciamos constantemente como cada vez más iglesias y “cristianos” se apartan del conocimiento real de la verdad Bíblica, destronando a Jesús, el sumo sacerdote, intercesor por nuestros pecados, por ídolos de madera, piedra, o simplemente hombres o mujeres, que por más vida santa que llevaran no dejan de ser criaturas falibles , llena de contradicciones, temores, si bien pueden servirnos como ejemplo en algunas circunstancias, no dejan de ser iguales a nosotros, pecadores, y que solo por la gracia y misericordia de Dios quien nos dio a su Hijo único, el Verbo, para nuestra redención, entregándose en la cruz, somos salvados verdaderamente y tenemos un permanente intercesor ante el Padre.
Por eso quiero tomar la reflexión de un gran teólogo católico, Tomás de Aquino, que irónicamente defiende un concepto que muchas veces no lo hace la iglesia católica en este caso:
“Más Este lo fue con juramento, por Aquel que le dijo: juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote por toda la eternidad, por lo que es mucho más perfecto el testamento de que Jesús salió fiador.
Además, aquellos sacerdotes fueron muchos, porque la muerte les impedía que durasen siempre; más Este, como siempre permanece, posee eternamente el sacerdocio.
De aquí es que puede perpetuamente salvar a los que por medio suyo se presentan a Dios, como que está siempre vivo para interceder por nosotros.
A la verdad, tal como Este nos convenía que fuese nuestro pontífice: santo, inocente, inmaculado, segregado de los pecadores, y sublimado sobre los cielos; el cual no tiene necesidad, como los demás sacerdotes, de ofrecer cada día sacrificios, primeramente por sus pecados y después por los del pueblo, porque esto lo hizo una vez sola, ofreciéndose a Sí mismo.
Pues la Ley constituyó sacerdotes a hombres falibles, pero la palabra de Dios, confirmada con el juramento que ha hecho posteriormente a la Ley, estableció por pontífice a su Hijo, que es santo y perfecto eternamente. (Aquino - A LOS HEBREOS 27) ”.

Es claro el mensaje bíblico y los pastores reformados deben velar por la sana doctrina y por la verdad que ella expresa, que Cristo es el único intercesor ante Dios por los hombres, no existe otro, si negamos esto haremos mentiroso a Dios, más inútil será depositar en manos imperfectas como son las criaturas, que intercedan ante Jesús para que Éste a su vez lo haga ante el Padre eterno, pues el mismo lo dijo no hay otro intercesor ante Dios por los hombres que Él mismo, por lo tanto tengamos presente esta verdad para no hacer cometer errores graves a los fieles y tampoco nosotros como ministros de su Evangelio, pequemos de tal forma que seamos vergüenza para la comunidad y un desaire para el mismo Dios Creador, Uno y Trino.
Dios nos conserve siempre fieles para predicar sin mancha ni distorsiones su Evangelio, y a Cristo nuestro único mediador entre Dios y los hombres.

Rev. José Luis Podestá

No hay comentarios: