martes, 20 de enero de 2009

El pastor reformado y el ecumenismo


Vivimos en una sociedad cambiante, que día a día nos depara sorprendentes sucesos; no es ajena la iglesia a esos cambios, entre los más preponderantes es el boom del ecumenismo, en todas las iglesias existen movimientos de unidad o de compartir proyectos en conjuntos con otras, por eso el pastor reformado debe tener en claro que es el ecumenismo y para que sirve.
El primer paso que debe determinar el pastor con su comunidad es para que sirve la unidad con otras iglesias, es bueno que el ministro se clarifique y explaye a la congregación que tipo de relación ecuménica pretende la iglesia toda, porque lamentablemente hoy vivimos tiempos de confusión doctrinal y un mal concepto de lo que es la unidad cristiana puede ser nefasto para las iglesias.
Nunca jamás, se debe realizar uniones ecuménicas con iglesias que no respetan la sana doctrina, ni les interesa aprender de la verdad de la Biblia, si así lo hacemos, estaremos cometiendo un severo sacrilegio a la Palabra de Dios y la verdad que ella entraña.
Que solo en casos en donde la necesidad de una sociedad o nación por algún tema determinado se deba realizar un dialogo Inter-Eclesial, por cuestión de extrema urgencia podemos permitirnos la licencia de dialogar con confesiones diferentes, pero esto, no debe ser lo común si no lo excepcional.
El verdadero ecumenismo se debe dar entre iglesias que respetan la veracidad de la Biblia toda, en la cual basa su fe y vida, de donde extrae el conocimiento teológico para el desarrollo de la fe que suministra a cada uno de los fieles.
En segundo lugar no debemos temer en rechazar cualquier tipo de ecumenismo bajo pretextos de unidad, cuando en la raíz se rechace la verdad que contiene las Sagradas Escrituras, y menos aceptar que solo una iglesia con más poder sea la que encabece los actos y al final comunique lo que es el pensamiento doctrinal de la misma, casi anulando las opiniones de las iglesias minoritarias.
Como tercera premisa, debemos solo actuar en comunión con iglesias doctrinalmente iguales, en donde el verdadero sustento y compañerismos se realicen de verdad y no a costa de pisotear los derechos de opinión de las demás iglesias hermanas.
Hoy en día vivimos actos ecuménicos donde solo la iglesia dominante en nuestras naciones de Latinoamérica, impone sus doctrinas y pensamientos, y usa el ecumenismo como un sistema de sometimiento a la libertad de la religiosidad de las demás comunidades Cristianas, más como forma de imponer que de proponer, por eso esa relación ecuménica es nefasta y anti - bíblica, y es más sabiendo que si nos sometemos a esa iglesia estaremos destrozando toda la verdad de la Biblia, dejando que la doctrina de hombres que tanto se combatió a lo largo de la historia de la iglesia y por la cual muchos dieron sus vidas para señalar el error y no nos domine y nos despedace como el dragón del Apocalipsis . Nunca debemos permitir uniones con iglesias que son apostatas o con errores graves en lo doctrinal bíblico, si así lo hacemos estaremos siendo parte del fuego que procura quemar la verdadera iglesia.
Hay organismos internacionales que luchan por conservar la pureza de las
Escrituras en una sana relación ecuménica entre iglesias hermanas, pero otros solo buscan formar esclavos serviles de intereses poderosos eclesiásticos, que bajo el paraguas de la hermandad solo buscan devorar a los demás cristianos.
Es necesario que el pastor comprenda bien lo que es el ecumenismo y trasmita a su comunidad los verdaderos principios escrituristicos de la amistad y la hermandad, en el ecumenismo bíblico.
Dios nos cuide y nos proteja para no caer en el error del concepto de ecumenismo que se propaga hoy por nuestras naciones, para no ser peones serviles de un tablero de ajedrez hecho a medida de un puñado de intereses eclesiales de una sola y gran iglesia.

Rev. José Luis Podestá

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