martes, 2 de diciembre de 2008

El dulce perfume.



El titulo puede parecer un poco extraño, pero la verdad es esa.

Cuando alguien entabla un noviazgo, siempre le parece vivir envuelto en un dulce perfume, en una flor eterna que nunca se apagara ni perderá el aroma.

Pero somos conscientes que muchas veces los noviazgos son pantallas que ocultan verdaderos rostros y al contraer matrimonio después surgen los inconvenientes que en muchos casos terminan con secuelas duras en la vida.

Por eso, las etapas del noviazgo hay que vivirlas bien, no quemarlas como sucede hoy en día en donde los medios de comunicación influyen negativamente, dando la mentalidad de lo fácil y lo “ya”, terminan por afear el perfume que es un noviazgo bien llevado, los jóvenes y no tan jóvenes que están en etapas de noviazgos, tiene que tener consciencia para que están en una relación, o cuales son los motivos que le llama la necesidad de estar con esa persona, porqué así comienza una etapa de conocimiento mutuo en donde se van preparando para lograra una coexistencia mejor, el conocerse uno al otro, el comprenderse, el compartir, el vivir cosas juntos, todo eso es de utilidad para el conocimiento, para labrar la tierra del amor que los involucra como semillas que darán sus frutos en el futuro.

Pero, cuando a esos tiempos se queman las etapas del conocimiento, no siempre es bueno, casi nunca, porque se acelera de tal forma que la relación comienza a no dar frutos, a quemarse antes de tiempo y a trastornar los deseos y las ilusiones que en un momento soñaron.

Lo importante sobre todo es tener un noviazgo maduro, sin ocultamientos ni dobleces, ser sinceros en extremo, por más doloroso que en algunos momentos sea la verdad que se le diga al otro, siempre es mejor que cualquier mentira “piadosa” como siempre se dice, pues la verdad yo no conozco ninguna mentira que sea piadosa, al contrario la mentira ofende y daña, la mentira es contraria a Dios, por lo tanto no puede ser algo piadoso.

Pero algo que hay que tener en claro, si somos cristianos, que el noviazgo no puede ser de dos, si no de tres, aunque parezca raro, si es de tres, porque el hombre y la mujere que comienzan una relación no están solos, si no esta Dios con ellos, por lo tanto una noviazgo que se aprecie de Cristiano, tiene que estar Dios presente , no ausente, porque con la presencia de Él , es una interrelación respetable y del amado con la amada, y con el creador del amor, pero cuando se esta asunte la presencia de Dios, se esta ausente también la falta de parámetros para construir el noviazgo, sobre todo construirlo sobre la roca del amor, que es nada más ni nada menos que Cristo que nos amó hasta entregarse.

Por lo tanto los enamorados deben tener consciencia que serán constructores de familias, en una sociedad donde la familia es fragmentada a cada instante, donde los modelos que se presentan de familia no son los más acertados según la voluntad de Dios, hoy vemos diferentes conceptos de familia, que son lejos de los modelos bíblicos, de lo que debe ser y también vemos noviazgos muy alejados según las Escrituras.
Por eso es necesario que hoy la relación entre un hombre y una mujer, tal cual lo manifiesta la Biblia, tiene que estar basada en una triple correspondencia, hombre, mujer y Dios, así podrá brotar en esa relación el suave perfume del noviazgo, que es como una rosa en su plenitud, esa flor que despide perfume que embriaga dulcemente nuestra existencia; la cual se hace más llevadera, un yo y tu, que pasa a ser un nosotros. Eso es la relación, sin perder claro está, nuestras propias características, ni nuestras metas personales, pero siempre con una mirada al otro y en un diálogo sincero, pues no perdamos entonces el aroma que nos endulza la vida, no perdamos de vista a Dios en nuestras relaciones, y entonces si brotará el dulce perfume.

Rev. José Luis Podestá

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