lunes, 1 de diciembre de 2008

La depresión enfermedad del siglo XXI


La depresión es un estado cuyas particularidades son el decaimiento, la anomalía de una profunda tristeza que conlleva a una infelicidad constante de todo lo que poseemos o hacemos, nada nos llena, nada nos conforma, esto a su vez provoca las inhibición de funciones psíquicas y alterando muchas veces lo físico, provocando enfermedades que son de curiosa propagación que en algunos casos pueden cuasar complicaciones severas. El origen del término proviene del latín depressus, que significa abatido, vencido, lo que engloba en sus rasgos el estado propio en que se encuentra una persona con síntomas depresivos, esa sensación de derrota ante circunstancias adversas, sea por algún fracaso en la vida o la desaparición física de un ser querido, o algunas características o situaciones que le afectaron en años pasados y por represión u ocultamiento provocan el estallido de lo reprimido provocando la depresión.
Hoy en día con la inmensidad de presiones que sufrimos todos los días en una sociedad que se desgrana al paso de la años, es indefectible que se reconozca como una enfermedad pandémica, gracias a Dios es tratable y si sumamos al tratamiento convencional y sobre todo un tratamiento pastoral adecuado a la persona que sufre la enfermedad, con un buen gabinete de consejeros o un pastor preparado a tal efecto, es recuperable generalmente en tiempos cortos, no es fácil, cada persona es distinta y sus tiempos también, pero con la ayuda adecuada es reversible en buen termino.
No olvidemos que esta situación emocional es una enfermedad que afecta a un gran número de personas debido a la atareada y extenuante vida que hoy en día llevamos, la depresión, es la enfermedad número uno en este siglo veintiuno, sabemos nosotros que una de las causa es la falta de Dios, el no estar en su gracia y conocimiento, eso provoca que el ser humano se afane por lograr cosas que en muchos momentos son inalcanzable y a razón de eso se cae en angustia en un mundo depredador y de alto consumismo sin sentido, luego las que son provocadas por la muerte de los seres queridos, allí la falta de confianza en Dios, y en su promesa, provoca también el vacío que corroe nuestro corazón con incertidumbre, por eso es necesario que el consejero pastoral realice a la par de un acompañamiento espiritual adecuado, una catequesis de profundización en la fe Cristiana para que el individuo que solicita nuestra ayuda, comience a obtener intimidad con el Creador y depositar solo la fe y la seguridad en Dios y no en ser alguno.
Es sabido que dentro del ámbito de los trastornos psicológicos que este mundo descarrilado provoca, son escasas las personas que no alcanzan a sentir en algún momento determinado de su vida algún tipo de depresión o trastorno similar, es que la depresión, puede abordar en diferentes grados, puede atacarnos de manera intrascendente o grave, incluso, la depresión puede ser temporal o permanente según el problema o los problemas de fondo.
Por lo usual, los individuos que padecen depresión, señalan como síntomas comunes que se sienten afligidos, infelices, decaídos, fatigados, sin fuerza ni animo para hacer cosas, como para realizar cualquier tipo de trabajo o actividad. Algo que es agravante es cuando se pierde del deseo de salir de su hogar, incluso numerosas personas que soportan esta enfermedad buscan el estar continuamente acostados o durmiendo, cosa que en la mayoría de los casos el sueño no es complaciente con ellos, todo lo contrario el stress típico de la enfermedad les estorba el descansar correctamente; encerrándose en su mundo mágico para vivir una realidad acotada, que no les cuestione su situación, por supuesto que esto termina siendo grave y el progresivo aumento de los trastornos que influirán duramente en la vida.
Existen muchos tipos de depresión y cada una tiene sus complejidades, desde la depresión post parto, hasta las perdidas de un familiar, la ruptura de una matrimonio o noviazgo, las depresiones laborales por falta del trabajo o exceso del mismo, por circunstancia culturales en donde la persona no se allá en el lugar en que vive , etc. son miles y hay tantas circunstancias que provocan depresión como tantas personas existen en el mundo, en especial siempre se dan en personas que no ponen la confianza en Dios, ya que siempre por nuestra cuenta queremos lograr cosas, sin confrontarlo realmente con el Creador, si es conveniente o no, y lo mismo es con la confianza de saber si es lo que Dios desea es lo mismo que yo quiero, por eso el pastor consejero en estos temas debe ser cauto, lograr que el individuo logre primeramente recomponer ese dialogo entre el “vos y yo” entre criatura y Creador, eso se ira realizando mientras se le va dando los elementos para que se recupere del trastorno que padece, y si fuera necesario también pedir la colaboración de un profesional en determinados campos de la medicina, porque hay depresiones que provocan graves situaciones físicas y es necesario un doble acompañamiento.
Roguemos a Dios para que siempre logremos los cristianos reformados en ser luz y sal de la vida y ser buenos acompañante de la persona que nos necesitan, en este mundo que es un gran dragón que esparce fuego quemando a los mas débiles, y sobre todo a las personas que no conocen la maravilla de Dios.
Rev. José Luis Podestá

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