domingo, 27 de enero de 2008

Comentario introductorio a Mt. 17: 10-13





Para Mateo, Juan el Bautista es la sinopsis de todos los profetas que predicaron la salvación mediante la conversión. Sobre su imagen se proyectan algunos rasgos de Elías.

El precursor (Juan) es el vocero que indica el comienzo cercano del día del Señor, es decir, del tiempo mesiánico (Ml 3,23 MT 11,14 MT 17,10-13). Carga sobre si como vestidura , una prenda de pelo de camello, propio de los profetas (Za 13,4) y una cincha de cuero, como el Tesbita (2R 1,8) y mediante la predicación del juicio inminente, de las exigencias éticas de la conversión que son aceptadas mediante el rito del bautismo (recordemos que Juan procedía a bautizar con agua como signo de conversión , preparatoria a la venida del Mesías, no obstante sabemos que es Dios el que da la fe y convierte nuestros corazones, Dios es el que escoge, no nosotros) .

El Bautista realiza las esperanzas de la reforma espiritual vinculadas a la figura de Elías reaparecido, de esta manera Juan divulga ya la nueva época, en efecto, hay algunas semejanzas entre él y Jesús, los dos predican la conversión y la llegada del reino de Dios (MT 3,2 MT 4 17), esgrimen la misma imagen del árbol que no da fruto (3,10; 7,19), proyectan similares acusaciones contra los fariseos y los saduceos (3,7; 12,34; 23,33).

Las personas asisten al bautismo de Juan, y siguen a Jesús desde Jerusalén, desde Judea y desde las regiones del Jordán (3,5;' 4,25). Tanto Jesús como Juan son reverenciados por el pueblo como profetas (21,26.45). Por eso Juan establece un puente entre el AT y el NT, entre su obra y la de Jesús, se halla una amplia línea de continuidad. Jesús mismo reconoció el papel único y excepcional del humilde precursor en el proyecto salvífico de Dios (11,11.13).

Valorar la figura de Juan el Bautista, es entender exactamente el ministerio de Jesús como nuestro redentor y Señor, ya que al no comprender la función de “esta voz que clama en el desierto” comienzan las penurias interpretativas en el resto de los Evangelios, situación que provocó mas de una herejía a través de los siglos y de una Cristología errónea que estimulo y sigue causando graves errores de la interpretación de la figura de Jesús el Cristo.

La importancia de una buena interpretación de las Escrituras y del contexto cultural – histórico es fundamental para tener claridad sobre los hechos acaecidos y de la encarnación del Verbo y su misión mesiánica.

Rev. José Luis Podestá

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