lunes, 28 de enero de 2008

MEDITANDO LA PALABRA



Texto del Evangelio (Lc 10,38-42): En aquel tiempo, Jesús entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada».

Hoy notamos a un Jesús tan divino como humano, está agotado del viaje y se deja acoger por esta familia amiga, en Betania. Aprovechará la ocasión para hacernos saber qué es “lo más substancial”.
En la actitud de estas dos hermanas se acostumbra a ver reflejadas dos maneras de vivir la misión cristiana, la vida activa y la vida contemplativa, esto no quiere decir que nos encerremos en un monasterio o convento perdido en algún lugar, o entremos en rutinas flagelantes, si no como sucedió en esa casa de los amigos de Jesús, en los quehaceres diarios se puede y debe tomar un momento, en el que nos pongamos a la escucha de la Palabra de Dios, meditando las Escrituras y rumiando cada versículo que leamos.
María, “sentada a los pies del Señor” y Marta, atareada por muchas cosas y ocupaciones, siempre sirviendo, pero cansada (cf. Lc 10,39-40.42). Dos modelos de vida cristiana que hemos de coordinar e integrar, no podemos vivir a miles de revoluciones por segundo sin parar, sin hacer un alto en nuestro diario andar y dedicarnos a la contemplación del misterio del Verbo Encarnado, como las escrituras lo reflejan, debemos vivir tanto la vida de Marta como la de María. Tenemos que estar atentos a la Palabra del Señor, y alertas, ya que el ruido y el tráfico del día a día , muchas veces “esconde” la presencia de Dios en nuestras vidas, el ruido nos aturde, nos aflige, es imperiosos buscar la paz y el sosiego para meditar y adentrarnos en las paginas de la Biblia. Porque la vida y la fuerza de un cristiano solamente se mantienen firmes y crecen si él permanece unido a la verdadera vid, Cristo, de donde se revela la vida.
La mayoría de nosotros estamos mas en el camino de ser como “Marta”, que ser como “Maria” Pero no tenemos que olvidar que el Señor quiere que seamos cada vez más como la ultima, Jesucristo también nos ha llamado a “escoger la mejor parte” y a no dejar que nadie nos la quite, esto es estar a la escucha permanente de su Palabra.
Por lo tanto es imperioso reencontrarnos a nosotros mismos. Jesucristo nos invita hoy a hacer una opción, escoger “la parte buena” (Lc 10,42).

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